Existe una relación ciertamente ambivalente con esta etapa vital sobre cómo hay que educar y tratar a esa franja de edad, si son más irrespetuosos que nuestra propia generación… La adolescencia  podríamos acotarla entre los 12-13 hasta los 18-19 años. Por una parte, asociamos rápidamente adolescencia a dificultades de gestionarlos conductualmente, y que enseguida se impone un enfoque muy reaccionario y punitivo ante cualquier conducta suya que no nos parezca adecuada. Y por otro, se le sube a un pedestal debido al culto a la juventud que tenemos hoy en día, siendo muy común escuchar el concepto de “eterno adolescente” cada vez más a menudo.

Más de Uno León con Javier Chamorro y David Cueto (25 octubre 2023). Audio cortesía de Jorge Martínez.

Adolescencia y neurodesarrollo

Es una fase vital en el neurodesarrollo cerebral de extrema importancia ya que se asientan las bases definitivas del cerebro para la vida la adulta. Aclarar que el cerebro es plástico y que en principio su neurodesarrollo final ocurre entre los 25 y 30 años. Los cambios fisiológicos son muy evidentes, muy bruscos y muy disarmónicos, en el sentido de que imaginemos un sistema que crece de manera desigual hasta que alcanza su equilibrio final. También es una época de profunda vulnerabilidad, en donde cualquier desajuste puede causar consecuencias muy graves durante toda la vida de una persona. Lo mismo que se asume unánimemente la protección de la infancia, también ocurre con la adolescencia. Lo que pasa es que son más grandes, más inteligentes y mucho más impredecibles que los niños, de ahí que cueste más no confrontarles de manera reaccionaria a la mínima ocasión.

Recelo de los adultos

Existen gran cantidad de aristas para acotar dicho recelo hacia los adultos. Existe información muy interesante sobre la adolescencia y las bandas juveniles, el forjamiento de la identidad y el sentido del grupo, por eso muchas de las culturas urbanas tienen un fuerte identidad adolescente, y esto viene desde finales del siglo XIX. 

Pensamos que la adolescencia es un constructo social bastante claro. Muchos autores ven la relación entre el pico de la identidad adolescente a finales de la Segunda Guerra Mundial, donde al estar los hombres estadounidenses en el frente, las mujeres y los adolescentes tuvieron que ir a trabajar a las fábricas de armamento. Cuando terminó la guerra, los hombres volvieron a sus puestos de trabajo. A las mujeres en general no se les permitió seguir disfrutando de independencia económica y social y por decirlo crudamente, se les envió de vuelta a la cocina y a la sumisión a los varones. Con los adolescentes en cambio se vio que había un nuevo grupo social con poder adquisitivo y empezaron a ser objetivo de la publicidad y el márketing. El ejemplo más evidente que podemos visualizar es toda esa subcultura de coches, helados, bebidas, hamburguesas, baile en patines que aparece en la película Grease.

Ritos de iniciación

A grandes rasgos, las culturas y sociedades han tendido a ser más herméticas que hoy en día, con ritos de paso claros de lo que significaba ser niño o niña y que significaba ser adulto, sin transición intermedia como la conocemos hoy en día. Anteriormente en los masai, no se era un hombre hasta que se mataba un león. En la mujer, es un papel de subyugación en muchas culturas lamentablemente se las acotaba a su valor fértil. Por eso a veces parece extraño ver en la Edad Media, por ejemplo, chicas de 14 o 15 años ya reinando o teniendo poder o a chicos de esa edad dirigiendo ejércitos en batalla. Si ya se tenía las habilidades mentales y físicas para ser un adulto, pues ya se era uno, sin darle más vueltas. Por eso, la adolescencia tiene ese aura confusa, es una transición nebulosa de la que no se sabe muy bien donde está el final. ¿Cuándo termina la adolescencia y empieza la vida adulta? ¿Cuándo se compra uno una casa? ¿Cuándo se tiene el primer trabajo? ¿Cuándo se tienen hijos?

Vulnerabilidad emocional

Es de vital importancia la socialización en esta etapa. Son especialmente sensibles al juicio social, debido que, a que pesar de que ahora vivamos en general en sociedades industriales muy atomizadas, durante miles de años el Homo sapiens vivió en comunidades pequeñas seminómadas en donde el ostracismo social significaba directamente la muerte. Era imposible sobrevivir sin el grupo. De ahí también ahondar en el tema del cyberbulling, ya que la hiperconexión de Internet y las redes sociales ha generado ese reverso tenebroso, en donde se puede acosar 24/7 desde cualquier parte del mundo a la persona que pensamos. Dar estadísticas exactas es complicado, pero la prevalencia elevada y, por lo que dicen las estadísticas, parece que las chicas son más vulnerables a ser acosadas, y los chicos a acosar. También, el bullying hacia ellas se da más en redes sociales como Instagram y hacia ellos en videojuegos o Youtube, ya que suele ser una época muy dicotómica ya que en el forjamiento de su identidad hace que tengan un enfoque de “ellos contra nosotros” en su manera de ver el mundo, que puede acabar con actitudes sexistas, homófobas y xenófobas.

Además, la vulnerabilidad cerebral, especialmente por la no maduración de los lóbulos prefrontales, muy a grandes rasgos donde están los circuitos de inhibición y de planificación, les hace especialmente reactivos y agresivos bajo determinadas circunstancias. No es extraño por ello la querencia que tienen señores de la guerra en tener ejércitos de jóvenes armados pre o adolescentes, ya que son de alguna manera más fáciles de manipular y, al mismo tiempo, más incontrolables para realizar cualquier barbaridad y lavarse las manos de su responsabilidad. Y ese componente más agresivo es el que tenemos que manejar con más atención, porque si en los años adolescentes aprenden a moverse por el mundo a base a esa agresividad, serán adultos desregulados emocionalmente, y generalmente más infelices.

Prevención de la desregulación adolescente

Es importante tener un apoyo familiar fuerte y sincero y que les haga sentirse protegidos y sin miedo a represalias si cuentan en casa algo que a los padres no les hará mucha gracia oírlo. Está probado empíricamente que a mayor apoyo familiar menor probabilidad de sufrir acoso. Las personas con conductas de matón tienden a buscar a víctimas aisladas, alienadas, al estilo de las sectas de sacar a la gente de su red de apoyo para poder manipularlas a su antojo. 

Pueden ser ariscos y huraños pero hay que intentar rascar y tener paciencia para protegerles, ya que las consecuencias emocionales del bullying puede durar toda una vida. El problema también es que muchas intervenciones en este ámbito suelen ser reactivas y no proactivas, y eso es un problema. Los pasos deberían ser prevención, promoción y tratamiento, no reaccionar de manera dramática cuando nos encontramos el problema.

También, existe un estudio interesante que presenta una técnica sencilla y a la vez efectiva: el distanciamiento temporal en base a la autorregulación emocional. Dicho proceso sería la monitorización, evaluación y modificación de reacciones emocionales para conseguir los objetivos que nos propongamos. Primero sería presentar esos pasos sucesivos, para luego de alguna manera reescribir la situación que les desquicia y les hace perder el control por ejemplo en tercera persona, distanciándose emocionalmente de la misma y dando generalmente un pensamiento más abstracto y menos impulsivo. También se puede hacer que intenten imaginar esa situación en un futuro lejano, entrenando al mismo tiempo las funciones ejecutivas (secuenciación, inhibición de la impulsividad y alternancia de atención entre tareas), imaginarse la situación de la manera más realista posible si es un problema al que todavía no se han enfrentado, con estrategias de relajación como la respiración consciente. Hay que asumir que su reacción tenderá a ser más volátil que un adulto, por lo que tenemos que tener paciencia y asumir que es un proceso largo de ensayo-error.

Bibliografía:

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  • Savage, J. (2020). Teenage: La invención de la juventud, 1875-1945 (Vol. 8). Desperta Ferro Ediciones.
  • Yu, R., Perera, C., Sharma, M., Ipince, A., Bakrania, S., Shokraneh, F., Mosquera-Sepúlveda J.S., & Anthony, D. (2023). Child and adolescent mental health and psychosocial support interventions: An evidence and gap map of low‐and middle‐income countries. Campbell Systematic Reviews, 19(3), e1349.