Pareja

La relación de pareja es una interacción, voluntariamente aceptada, entre dos personas, para establecer vínculos afectivos, de intimidad y de compromiso mediante una convivencia en común. Ello conlleva el esfuerzo por ser fiel y respetar el acuerdo inicial cuando una pareja comienza a convivir.

Terapia de pareja

La mayoría de las personas desean convivir en pareja y que esta funcione bien por lo que el fracaso del proyecto de convivencia afectiva y sexual produce gran desazón. En CEPTECO observamos que tanto las parejas que funcionan bien como las que presentan graves problemas en la relación tienen los mismos problemas. La diferencia entre ambas sólo está en la forma en que suelen resolver sus conflictos, en cómo manejan la comunicación entre ellos, observan los sentimientos ajenos y expresión de los propios y por las formas de controlar los diferentes ambientes en los que interactúan.

Tanto para parejas que experimentan conflictos graves como para aquellas que, sin tenerlos, perciban que su relación debe mejorar, en CEPTECO llevamos a cabo una Terapia de Pareja cognitivo-conductual que el terapeuta individualiza dada la variedad y complejidad de los problemas que se pueden presentar dentro de la pareja. Para ello proponemos una intervención integral a nivel conductual, emocional y cognitiva basada en:

  • Estrategias para aumentar y potenciar el intercambio positivo en la pareja.
  • Modificación del estilo de comunicación en la relación de pareja.
  • Entrenamiento en autocontrol emocional.
  • Mejora en la respuesta sexual en uno o en ambos miembros de la pareja.
  • Técnicas de solución de problemas y de aprendizaje de negociación.
  • Técnicas de reestructuración cognitiva que persiguen modificar los pensamientos negativos.

Aunque lo más recomendable es la presencia voluntaria de ambos miembros de la pareja, en ocasiones, cuando acude un solo miembro de la misma, también se puede ayudar dado que “la conducta de la otra persona también depende de lo que yo mismo haga”.

Es habitual durante la terapia apoyarnos en escenas de películas o videos educativos para que se observen maneras de interacción eficaces e ineficaces, se sepan diferenciar y se intenten expresar los deseos de forma asertiva. El apoyo de escenas de películas, hace más fácil la asimilación de los conocimientos en los procesos de interacción, comunicación, respeto mutuo y conductas sexuales. Distrae la atención sobre los actores de las películas y ayuda a comprender mejor, por distanciamiento emocional, variables que sería complejo de observar en uno mismo o en el otro cuando existe una alta carga emocional.

Se pueden aprender por este medio la escucha activa, los estilos comunicacionales (hacer halagos, quejas, negarse o aceptar la negativa, mensajes yo, hacer una petición), tomar decisiones y llegar a acuerdos, auto y heterocontrol de conductas agresivas, refutación de ideaciones cognitivas que interfieren en la relación. Igualmente, es muy útil en la terapia sexual ya que permite analizar la respuesta sexual en otras parejas, visionar estrategias para la mejora de las disfunciones sexuales y enseñar técnicas psicológicas aplicadas a este tipo de problemas.

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Deseo sexual

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El deseo sexual es probablemente la variable de la que más se demanda ayuda sexológica, mientras que al mismo tiempo nos encontramos un constructo del que no existe del todo consenso metodológico a la hora de definirlo o de medirlo. En hombres, por ejemplo, el grado de erección se utiliza para cuantificar el grado de excitación ante una respuesta sexual, mientras que en mujeres las discrepancias entre el nivel de lubricación y su excitación percibida pudieran no coincidir. Y esto ocurre con la excitación, es decir, una variable que es posterior al deseo en el ciclo de respuesta sexual, y en donde podemos decir que el objeto de deseo ya es tangible, tocable. Teóricamente por tanto el deseo es lo que propulsa la excitación, siendo este deseo una emoción compleja, secundaria, una valoración sentimental de diferentes estímulos que vamos recibiendo y computando. Sin este no puede haber nada posterior, es lo que genera expectativa y búsqueda, meternos incluso en líos o situaciones rocambolescas. En su estudio creo que habría que tener en cuenta las diferencias de abordarlo a partir de los roles de género.

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