Todos nos hemos encontrado alguna vez con niños que pronuncian de forma graciosa algunas palabras, que hablan como un niño bastante más pequeño de su edad o que incluso construyen frases desordenadas y difíciles de comprender. Estos aspectos suelen ser frecuentes en los trastornos del lenguaje y del habla.
Síntomas de alerta:
- Problemas en la deglución y masticación.
- Omisión o sustitución de sonidos o letras cuando habla o escribe (“aua” por “agua”, “ato” por “gato”).
- No articular correctamente algunos sonidos a partir de los cuatro años.
- Estar afónico con regularidad.
- No entender lo que dice a partir de los dos años.
- Tartamudeo.
- Respiración bucal y ronquidos o cambios drásticos en la voz.
Todas estas señales nos pueden dar una pista para sospechar que nuestro hijo o hija tiene algún trastorno del lenguaje. Si las dificultades persisten a partir de los 5 años de edad es recomendable consultar a un especialista.
Es importante conocer aquellas señales que se nos presentan cuando estamos ante un trastorno del lenguaje, ya que desde los primeros balbuceos los niños comienzan a construir su herramienta principal de comunicación así como de aprendizaje: el lenguaje.