Una de las finalidades básicas de la Psicología Clínica es ayudar a las personas en la búsqueda y consecución de la satisfacción y del bienestar vital, así como la eliminación del sufrimiento y desinterés por la vida.
Conocer las contingencias que mantienen nuestras conductas, saber qué alternativas usar y cómo superar nuestras limitaciones, potenciar cualidades, habilidades y competencias y asumir o mitigar déficits ayuda a las personas a superar las dificultades que se les presentan en su vida diaria.
Si no entiende o le genera sufrimiento lo que hace, si cree no tener recursos personales para enfrentarse a las situaciones que le preocupan, si tiene dificultades en la comunicación con otras personas, si, en definitiva, siente que no controla su estado emocional o tiene dificultades para relacionarse y no es suficiente el apoyo cotidiano de las personas allegadas, es un buen momento para plantearse acudir a la consulta de un psicólogo clínico.
Es razonable, en esta época del año, hacer un balance de lo hemos vivido y lo que desearíamos conseguir como objetivos personales en el futuro, saber distinguir entre entre lo urgente y lo importante. No obstante, la mayoría de nosotros somos reacios al cambio ya que...
Este último año se han abordado diferentes temas, intentando que sean de actualidad pero aunándolo con rigor científico, intentando no caer en el sensacionalismo que, en ocasiones, se observa en los medios de comunicación cuando se tratan temáticas relacionados con la salud mental. Consideramos un acierto que especialmente desde la pandemia se haya resaltado la importancia de la psicología como promotora del bienestar personal, y animamos a cualquier persona que busque información sobre ella que indague en fuentes de información lo más fiables posibles.
El «síndrome de la silla vacía» es un término coloquial (no clínico) que se utiliza para describir la sensación de melancolía que puede experimentarse durante eventos familiares por la pérdida de un familiar querido, como las celebraciones navideñas, cuando alguien importante está ausente. Esta ausencia puede deberse a la pérdida de un ser querido, un ruptura afectiva, la distancia física o cualquier otra razón que haga que una silla que solía ocupar esa persona esté vacía.
