Metidos ya en tiempo de vacaciones vamos a hacer un repaso sobre algunos temas que hemos tratado en esta temporada todavía de pandemia. Como no podía ser de otra manera hablamos, entre otros, de salud mental. Dimos una serie de orientaciones para mejorar nuestro equilibrio emocional ya que una alteración de la salud mental conlleva consecuencias negativas siendo una fuente importante de discapacidad y una mayor mortandad. Estas fueron:
- Evitar escuchar o leer noticias sobre la pandemia.
- Aumentar el contacto con la naturaleza.
- Estar cerca de las personas que nos quieren y queremos.
- Hacer ejercicio físico moderado: andar una o dos horas al día.
- Aprender a aceptar la frustración como eje de nuestras vidas y evitar procastinar para no enfrentarnos a nuestros problemas ya sean laborales, familiares, de pareja…
- Menos televisión, redes sociales y huida y, en cambio, más ejercicio, naturaleza, aceptación y afecto.
Más de Uno León con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto vía telemática (16 junio 2021). Audio cortesía de Javier Chamorro.
Hemos hablado de agorafobia que es el miedo exacerbado a no tener escapatoria o lugar seguro a mano si nos encontramos en un lugar público. De cómo, además, una situación de pandemia mundial no ayuda a quitar esos temores de muchas personas a lugares públicos concurridos y cómo tratarla con terapia cognitivo-conductual. Tratamos también de síndromes y definimos algunos de los que presentan una cierta base patológica.
Problemas de alimentación
Comentamos sobre trastornos de alimentación en la pandemia que es un diagnóstico con una alta prevalencia ambulatoria. Está comprobado que el aislamiento y la soledad suelen ser características bastante generalizadas en personas diagnosticadas con trastornos de alimentación. En un estudio piloto de la Universidad de Barcelona, se constató que en las primeras semanas del confinamiento aumentó casi un 40% la gravedad de los síntomas de las personas encuestadas con trastornos de alimentación y un 50% afirmaron mostrar más síntomas de ansiedad.
En relación a las relaciones de pareja, sus mitos, separaciones… explicamos que no tener una rutina fijada por la pandemia, estar cada momento del día pensando y planeando que paso dar a continuación agota cognitivamente haciéndonos más irascibles y con menor tolerancia a la frustración, con lo que es más probable que existan más roces en la relación de pareja. Gottman y Silver ya expusieron los llamados Cuatro jinetes del Apocalipsis, es decir, los signos de que una relación se está deteriorando: El primero sería el criticismo constante y mordaz al otro cónyuge. El siguiente sería el desprecio personal y el juicio constante sobre el otro. Después, la conducta defensiva y el «y tú más» es una variable común en muchas parejas con problemas de convivencia. Y, por último, llegaríamos a lo que se llamaría la conducta evasiva, directamente hacer el vacío e ignorar cualquier petición de atención del otro.
Pareja y sexo
En cuanto a los mitos en las relaciones de pareja los podríamos explicar, de manera general, con la idea del pensamiento mágico y el centrarlo todo en el otro. Ej. “el amor todo lo puede». Stenberg dice que las tres patas principales en una relación serían la pasión, la intimidad y el compromiso, y cada una de estas patas tienen diferentes variables que van más allá del «como tenemos cosas en común, pues ya lo tenemos hecho». Focalizar las causas de nuestra felicidad o infelicidad siempre en el otro no suele dar muy buenos frutos: hay que hacer un trabajo de base con nosotros mismos antes de querer estar a gusto con los demás.
Además, hablamos de sexualidad, de falta de deseo, de pornografía,…. Contamos que existen multitud de protocolos terapéuticos con recursos médicos o psicológicos que pueden ayudar al hombre a mejorar su andropausia y el malestar psicológico asociado. Hablamos de cómo los cambios en las rutinas vitales por la incertidumbre en la salud donde tenemos miedo a contagiar o ser contagiados afecta a la dinámica de una relación de pareja, tanto en el proceso de deseo sexual como en la propia relación al tender a evitar el contacto físico. Sabemos que el miedo genera tensión, frustración, ansiedad y malestar psicológico, que no son facilitadores de la sexualidad. Si además, existe en la pareja una crisis económica, también afecta a la reproducción. Ante la falta de deseo sexual el criterio que en terapia solemos considerar más importante para hacer un diagnóstico de problema sexual es que los síntomas existentes generan un malestar importante en el día a día de la persona. También abordamos el tema de la pornografía y lo potencialmente peligroso que es que se pueda acceder a ella desde edades tempranas, y que esto afecte a un desarrollo sano de la sexualidad.
Y, por descontado, también hemos tratado sobre las secuelas Covid, donde se ha visto de manera clara en este tiempo de pandemia que para personas diagnosticadas con un problema mental, un entorno familiar desestructurado o la pérdida del trabajo ha sido realmente demoledor. En la comunidad médica ya existe la etiqueta de «Síndrome post-COVID», síntomas que van desde los más comunes como fatiga y lo que se podría llamar como una «niebla mental» hasta más específicos como problemas neurológicos más graves, problemas de olfato o gusto, respiratorios…
Un cambio que nos ha traído la pandemia ha sido el teletrabajo. Parece haber un cambio de paradigma hacia un tipo de trabajo más deslocalizado, las funciones online cada vez son más numerosas y harán que lo presencial no sea tan necesario.
Libros publicados
En otro orden de cosas presentamos la publicación de un nuevo libro titulado Cómo superar un problema sexual. Protocolo IDIES. Está editado en dos volúmenes donde se tratan los diferentes problemas que puedan surgir en las relaciones sexuales y de pareja. Este protocolo se basa en el desarrollo de orientaciones, factores educativos e indicaciones que ayudan a las personas a mejorar y superar sus problemas sexuales. Se indica, de forma práctica, qué hacer si se padece un problema sexual. Cierra el ciclo del otro libro de ayudar a las parejas: Cariño, vamos al cine. El cine en la terapia de pareja como estrategia comunicativa.
Y para finalizar unas pautas para poder disfrutar del verano y de las vacaciones sin olvidarnos de que el virus sigue ahí:
- Hay muchas formas de disfrutar: descansando, haciendo deporte, cuidando el jardín, descubriendo la ciudad,… incluso aburriéndose.
- Intentar evitar pensar demasiado en las preocupaciones habituales.
- Como ya hemos dicho en otras ocasiones, usar el sentido del humor como aceptación de lo que no podemos cambiar.
Sin olvidarse de seguir escrupulosamente las recomendaciones y medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias. Esperemos que las vacunas hagan su efecto y que podamos volver pronto a la normalidad.
¡Feliz verano!