“Los ‘estallidos’ en Internet por el crimen de Carrasco son una forma de desahogo”

El psicólogo conductista Miguel Ángel Cueto afirma que los tuits ofensivos ante el crimen de la presidenta de la Diputación de León son una forma de «expresar nuestras emociones mejor que callarnos y pasar a la acción ante la corrupción, mentiras y engaños que perjudican a nuestra forma de subsistencia como ciudadanos». En esta entrevista también reflexiona sobre la actitud de los leoneses ante el magnicidio y se pregunta cómo llegaron las acusadas a llevar a término su tóxico plan.

El rencor es como tomar veneno para matar a quien odiamos.

León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (19 mayo 2014). Audio cortesía de Nacho Arias.

Miguel Ángel Cueto, director del Centro Psicológico de Terapia de Conducta (Cepteco) ha interpretado la realidad del ser humano desde el conductismo, una rama de la psicología que se centra en los hábitos y en los pensamientos recurrentes para determinar la conducta de las personas. En esta entrevista comenta cuáles son los mecanismos por los que la gente está enviando tuits muy notorios y hasta perjudiciales, tanto para los demás como ellos mismos, a partir del asesinato de la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco.

También reflexiona sobre las homicidas de Isabel Carrasco, sobre las que no cree que se les pueda considerar enfermas mentales y que » el rencor es como tomar veneno para matar a quien odiamos». Tampoco cree que se reproduzca un caso así en nuestra Sociedad, «esto ha sido un hecho aislado de dos personas que creían estar «por encima del bien y del mal y pensaron que podían quedar impunes».

¿Cómo ha visto la reacción de los leoneses ante este magnicidio?

Los leoneses no somos dados a grandes alardes emocionales. Nuestra cultura de origen rural hace que estemos pegados al terruño y no celebremos demasiado el éxito para evitar no significarse. No obstante, el fracaso ajeno suele reconfortarnos (ésta es una generalización que tiene sus excepciones, eso sí) ya que nos hace más cercanos a nosotros mismos.

Los periodistas de Madrid se quedaron sorprendidos por la frialdad de la gente y al no ver tristeza alguna en el entierro. ¿Por qué crees que los leoneses reaccionaron condenando la forma del asesinato pero no el fondo?


Nuestra frialdad la rige también nuestro ambiente. El celebrar la muerte de un ser humano nos empequeñece. No obstante, la situación de crisis actual que vivimos busca tener chivos expiatorios a los que culpar. No podemos estar de acuerdo con la forma en la que ha acabado pero hemos unido una supuesta venganza personal con la crisis política y quizá eso es lo que ha hecho reaccionar como se ha reaccionado.

Algo similar ha ocurrido con la gente en las redes sociales, pero en este caso ya con mensajes muy crueles. ¿Qué pasa en España con ese revanchismo cruel, qué mueve a las personas a decir cosas fortísimas cuando considera que no es «de los suyos»?

Quizá la explosión negativa de las redes sociales se haya debido a una forma de desahogo sobre la situación del paro, empobrecimiento de los salarios, trabajos precarios… recordemos también que en nuestros bares también nos desahogamos con nuestros amigos y expresamos nuestro enfado o enojo para mitigarlo y evitar pasar a la acción. Igualmente, tenemos pensamientos e ideas tóxicas que nos amargan la existencia y que nos hacen sentirnos mal con nosotros mismos. Son errores ancestrales (recomienda leer este artículo de su blog profesional junto a este otro para comprenderlos) que hacen que creamos que los demás, si no son de los nuestros, deban plegarse a nuestros deseos, no me deben tratar los demás así, culpar al otro de nuestro sufrimiento o ver una catástrofe donde sólo habría una frustración.

¿Qué considera del uso de las redes sociales en estos días? ¿Puede ser una forma de exponer la frustración social con los políticos? ¿Mejor ésto que la violencia o es violencia en sí misma?

Lo considero una forma de desahogo para expresar nuestras emociones. Es mejor que callarnos y pasar a la acción. Vemos que los principales dirigentes políticos del partido gobernante están implicados en casos de corrupción, mentiras y engaños y eso hace que estemos todos un poco hartos de que, además de no resolver los problemas sociales tengamos, que aceptar que hayan robado de manera impune. Desearía una mejor justicia para quien roba que para quien expresa su malestar por haber sido robado, pero ya sabemos como acaba el mensajero.

Respecto a las dos principales implicadas. ¿Qué se le tiene que pasar por la cabeza a alguien para estar años planificando la muerte de otra persona? Con los datos de que disponemos muchos podrían suponer que son dos psicópatas. Por la frialdad que se dice en prensa que han tenido a la hora de ser detenidas y de su declaración.

Mirar el interior de las personas para saber lo que le lleva a matar a otra ser humano es complejo. Un dicho dice que el rencor es como tomar veneno para matar a quien odiamos. Quizá sea ese rencor, venganza o despecho, gestado por personas rígidas, el que haga que llegue a germinar la semilla de la violencia. Desde la Edad Media, en España y sobre todo en León, somos ‘hijosdalgo’ (hidalgos) donde nuestro honor mancillado tendría que ser vengado con acciones para su defensa. Además, sabemos que la conducta hace que justifiquemos nuestras acciones cognitiva y emocionalmente. Eso hace que nuestra congruencia emocional nos ayude a justificar nuestros actos de forma tranquila a pesar de lo abyectos que hayan sido.

¿Podrían tener reducción de pena en un juicio por enajenación mental, aún con tanto tiempo planificándolo… o precisamente por esa obsesión tan fuerte durante tanto tiempo?

Es complicado que puedan beneficiarse de dicha prebenda debido al tiempo transcurrido en su planificación. Aunque presenten algún trastorno de personalidad, como la psicopatía o personalidad antisocial, sería complicado comprobar su enajenación mental dado que la persona, a pesar de esta forma de ser, actuaría responsablemente distinguiendo entre su correcto e incorrecto proceder. Distinto sería que presentaran un trastorno mental grave con enajenación mental crónica. No obstante, habría que analizar el caso de forma directa para poder opinar más al respecto.

¿Qué pasa cuando caracteres fuertes como los de Carrasco y su presunta asesina y su hija chocan? ¿Cómo se genera una confrontación tan fuerte para llegar a planificar un asesinato? ¿Y más aún cuando hace años tenían una relación de amistad casi familiar? ¿Cómo puede ser posible llegar a este extremo?

Del amor al odio hay sólo un pequeño paso y cuando nuestras expectativas se frustran por alguien a quien hemos amado nos genera más dolor que si nos lo hace un desconocido. Y el dolor… duele. Supongo que, además habría una doble causa a una situación tal que lleve a esas personas a planificar con tanto tiempo su venganza. No obstante, cualquier circunstancia no justificaría su conducta. Sólo habría que animar a la población a poder superarlo sin necesidad de venganza. El hacerlo no nos hace más felices y no compensa a largo plazo.

Todo indica que la hija de la asesina al perder el trabajo vió amenazado y destruido su alto nivel de vida…¿pudo caer en relaciones con los bajos fondos para conservarlo? ¿Es posible que esa caída en su nivel de vida personal y social agravara las intenciones de matar? ¿Es habitual este desplome vital?

Como comenté, no creo que sólo un motivo haya generado este comportamiento conjunto. Quizá se hayan unido dos circunstancias que lo explique más fácilmente. Igualmente, cuando hay dos o más personas implicadas una suele ser la organizadora y otra la sometida a los criterios de la primera. También la pérdida de prebendas, tal y como ocurre habitualmente en nuestra ciudad, nos haga sufrir por creer que nos las merecemos por «ser de los nuestros». Hay estudios que muestran que las personas que presentan un alto nivel económico y social son más proclives al engaño, creen que están por encima del bien y del mal y que supongan que sus hechos podrían quedar impunes.

¿Es más fácil que te asesine uno de los tuyos que un contrario?

Es más sencillo matar cuando tenemos los suficientes argumentos para justificárnoslo.

¿Y por último, puede que se reproduzcan este tipo de casos de asesinatos de políticos en España con el efecto llamada de lo ocurrido?

Nuestra sociedad es mucho más tolerante que nuestros políticos y este no ha sido un asesinato político por lo que creo que no va a haber un efecto de contagio. Mezclarlo, como algunos políticos están haciendo, me parece peligroso. Parece que los motivos no son estos e insistir en que ha sido un asesinato político es deleznable. ¿Les interesa sembrar el rencor o el odio, además de la penuria a las que nos someten para conseguir sus fines?

 Publicado en ileon.com (27 mayo 2014)