La sexología es una disciplina científica que estudia la conducta sexual y sus manifestaciones afectivas teniendo como líneas de intervención en la información, educación, asesoramiento y la terapia sexual. Estudiar sexología y hablar de sexo son dos cosas diferentes, de hecho, se encuadra dentro de una de las disciplinas de la salud, de la salud sexual.

Cuando hablamos de salud sexual nos referimos a un proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad. No se trata sólo de la ausencia de enfermedad, de problemas de disfunción o de discapacidad, se entiende como disfrute en las relaciones afectivas y sexuales con la pareja. Sabemos que el tener problemas sexuales empeora la calidad de vida de la persona y su pareja en todos los aspectos. Los hombres somos más reacios a buscar ayuda cuando tenemos problemas pero también sabemos, por ejemplo, que el trastorno eréctil cursa dos o tres años antes de que se produzca un problema coronario grave, por lo que es un síntoma de alarma o centinela ante un problema más grave posterior.

Más de Uno León con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto vía telefónica (9 marzo 2022). Audio cortesía de Jorge Martínez.

Campos de actuación del sexólogo y problemas sexuales más frecuentes

Generalmente, el psicólogo o médico desarrolla su actuación como sexólogo asesorando en educación sexual (orientador o educador), trabajando como terapeuta sexual y/o investigando en sexología. Se trata en terapia cuando la persona realiza una actividad sexual que le hace sentirse infeliz o coartado en su libertad o le genera molestia o peligro para sí mismo o para la persona o personas con las que se relaciona sexualmente. Aunque exista de base una causa inicial orgánica suele originar un desajuste emocional y psicológico a quien la padece (pérdida de la autoestima y confianza que puede desembocar en problemas con la pareja) que hay que intervenir.

Los problemas sexuales son frecuentes en las relaciones de pareja. Ya Master y Johnson comentaban que la mitad de las parejas tenían un problema sexual en algún momento de la relación. La edad, por los problemas físicos derivados, también suelen empeorarla. Los más importantes en la mujer son la falta de deseo, problemas de interés/excitación sexual, dolor génito-pélvico/penetración -antes vaginismo y dispareunia- y problemas en la consecución del orgasmo. En el hombre el trastorno eréctil -antes disfunción eréctil-, la eyaculación prematura -precoz-, la eyaculación retardada y deseo sexual hipoactivo. También las disfunciones sexuales inducidas por sustancias/medicamentos. Todos estos problemas suelen tener muy buen pronóstico y existen tratamientos psicológicos y médicos muy eficaces.

La terapia sexual

Para llevar a cabo la terapia sexual primeramente, con la confidencialidad del sexólogo, se evalúa el problema para valorar causas médicas o psicológicas. Se dan indicaciones para desarrollar en privado y en casa mediante el aprendizaje de las mismas a través de instrucciones, dibujos, vídeos educativos (en nuestro caso), las estrategias sólo y/o con la pareja para mejorar su respuesta sexual y valorar seguidamente las indicaciones. Por nuestra parte, hace un año publicamos junto a David Cueto un libro en dos volúmenes titulado Cómo superar un problema sexual. Protocolo IDIES donde se indica qué hacer si se padece un problema sexual.

El protocolo IDIES es un acróstico de las fases de Información, Diagnóstico, Indicaciones, Evaluación y Seguimiento. En el primer volumen encontraremos la definición de problema sexual, las fases de la respuesta sexual, el desarrollo del protocolo IDIES y los diferentes problemas y disfunciones masculinas y femeninas, pasando en el segundo volumen a las técnicas específicas sobre cómo llevar a cabo el tratamiento de las diferentes disfunciones sexuales que han demostrado su eficacia en la terapia sexual y de pareja. Una vez valorado y definido el problema se puede buscar en el capítulo correspondiente el tipo de problema y qué técnicas utilizar para saber cómo abordarlo para, seguidamente, ponerlas en práctica ya que están ampliamente explicadas en el libro.

Consejos para evitar padecer un problema sexual en el futuro

Mantener un estilo de vida sano en la alimentación evitando el sobrepeso y la obesidad, comer alimentos bajos en grasa, evitar el abuso del alcohol, dejar el tabaco y hacer ejercicio al menos tres veces por semana durante cuarenta y cinco minutos nos ayudarán a evitar sufrir un problema sexual. Además se debe prescindir, en lo posible, del uso de fármacos ansiolíticos y antidepresivos que influyen en la respuesta sexual. Los antihipertensivos, hormonales y neurolépticos también interfieren en ella siendo conveniente consultar al médico en estos casos.

Y, no menos importante, tener una vida sexual satisfactoria con una pareja con la que uno se sienta a gusto.

Referencias: