Llamada antiguamente impotencia, es la incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual. Provoca malestar acusado en quien la padece disminuyendo su autoestima, el deseo y la calidad de vida, y en la pareja generando dificultades en la relación, generalmente, empeorándola. En España existen 2 millones de hombres que padecen, en mayor o menor medida, esta disfunción sexual (estudio EDEM, 2003 y MALES, 2004). Menos de 1/3 de los que la padecen lo consultan al médico o psicólogo.
Causas de la Disfunción Eréctil (DE)
- Orgánicas: Sabemos que los 4 jinetes del Apocalipsis de dicha disfunción están asociados al estilo de vida del hombre (uso de drogas -tabaquismo, alcoholismo-, fármacos, el tipo de ingesta de comida, sedentarismo…). Son la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial y la dislipemia (colesterol HDL…).
- Psicológicas: Las más frecuentes son la falta de educación sexual, ansiedad anticipatoria del fracaso, la autobservación del pene durante la relación sexual (rol del espectador) y los problemas de pareja.
No obstante, aunque haya una patología médica de base en una disfunción sexual siempre viene aparejada por variables psicológicas que la condicionan, generalmente agravándola. Otra variable importantes es la edad, por los problemas físicos derivados, también suelen empeorarla. Aunque si la salud se conserva la respuesta sexual muere sólo con la muerte del sujeto.
León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (27 febrero 2013). Audio cortesía de Nacho Arias.
La Disfunción Eréctil como síntoma centinela de otros problemas físicos
Las arterias peneanas son más estrechas (1-2 mm. de diámetro) que las coronarias (3-4 mm.). Esto nos permite que se deterioren de 2-3 años antes de padecer un grave problema coronario como el Infarto Agudo de Miocardio (IAM). Padecer Disfunción Eréctil es síntoma de alerta o alarma ante la posibilidad futura de un IAM o un Ictus.
Es aconsejable, si se tienen problemas de Disfunción Eréctil consultar al médico para que haga un estudio del riesgo coronario y descartar problemas orgánicos. Si no existen problemas habría que consultar al psicólogo o sexólogo.
Tratamientos para la Disfunción Eréctil
La mayor eficacia es la combinación médico-psicológica realizada por el sexólogo. Es conveniente realizar la terapia sexual con el apoyo de la pareja con recursos psicológicos: educación y conocimiento de la respuesta sexual, uso de relajación-respiración, terapia de pareja, autoinstrucciones, distracción y uso de fantasías…
Habría que unir dicha intervención con varios recursos sexológicos: Ejercicios de masajes, evitación de la cópula, técnicas de compresión penenana o parada y marcha para la pérdida y recuperación de la erección… Son de ayuda el uso de bombas de vacío o anillos constrictores para la mejora o mantenimiento de la erección.
Los recursos médicos ayudan a que el tratamiento sea eficaz. Los que primero se acosenjan son los fármacos inhibidores de la Fosfodiestresa-5 (vardenafilo, sildenafilo y tadalafilo) que se ingieren o diluyen en la boca. En segundo lugar tendríamos la administración de drogas vasoactivas por vía intracavernosa. Y por último, el uso de prótesis cuando todo ha fallado.
Todos estos problemas suelen tener muy buen pronóstico y existen tratamientos psicológicos y médicos combinados muy eficaces.
Prevenir la Disfunción Eréctil
Hay cosas sencillas que son útiles para nuestra salud en general y que nos vendrían bien para nuestras arterias:
- Comer sano y frugalmente para evitar sobrepeso y obesidad. Evitar comidas grasas, no abusar del alcohol, dejar de fumar.
- Hacer ejercicio al menos 3 veces por semana durante una hora o 45’.
- Evitar todo tipo de fármacos (ansiolíticos, antidepresivos, antihipertensivos, hormonales y neurolépticos, fundamentalmente) ya que la mayoría influyen en la respuesta sexual. Es conveniente consultar siempre al médico.
- Tener una vida sexual satisfactoria con una pareja con la que uno se sienta a gusto.