Una de las formas de estudio más eficaz para explicar los vínculos afectivos viene dada por la teoría del apego: Todos los seres humanos deseamos ser queridos y establecer fuertes lazos afectivos que nos vinculan y que condicionan nuestra supervivencia. Pero si tenemos problemas con estos vínculos también podemos tener problemas en generarlos con nuestras parejas e hijos y tener problemas emocionales.
Concepto de apego
El apego se establece desde la infancia y se desarrolla durante toda la vida. Cuando se establece con una pareja está mediatizado por el deseo, la atracción, el enamoramiento y las conductas sexuales, el grado de intimidad y el establecimiento de cuidados y atenciones hacia la otra persona.
Bowlby (1968) definió el concepto de apego como como un vínculo afectivo de naturaleza social que cubre necesidades emocionales y básicas. Tiene como función la supervivencia (cercanía) y la seguridad emocional. Se consigue con la proximidad y el confort con la presencia o contacto con la persona amada.
El apego tiene distintos componentes:
- Cognitivo: aceptación incondicional, nos quiere y nos protege, nos ayuda y crea un modelo mental.
- Emocional: seguridad íntima, pertenencia y dependencia.
- Comportamental: atiende, protege y cuida, desea proximidad, refuerza, busca el contacto y consuela.
La influencia del apego en las relaciones de pareja
La historia de apego en la infancia y en la adolescencia conforma un estilo de apego adulto que regula la forma de vivir en pareja ya que se adquiere a lo largo de ellas la confianza o desconfianza básica. El aprendizaje del apego genera seguridad o inseguridad de la autoestima y los sentimientos de bienestar o malestar que esta aporta. También se adquiere el código de la intimidad, el uso de la mirada, abrazos, espacios, caricias… ayudando la relación con las figuras de apego a compatibilizar las relaciones con las dos familias de origen.
Los estilos de apego influyen y suelen predecir numerosos aspectos de las relaciones íntimas que una persona desarrolla durante toda su vida: el enamoramiento, la atracción, la elección de pareja, tipo de vínculo afectivo que establece… Un apego inseguro en la infancia correlaciona con conductas delictivas en la adolescencia y mala elección o problemas en la convivencia en pareja. Genera vulnerabilidad para padecer un problema psicológico (Shaver y Hazan, 1987). No obstante, los procesos de aprendizaje posteriores en la interacción y convivencia con la pareja, hace que se modulen, modifiquen o cambien dichos patrones de comportamiento.
La necesidad de crear vínculos afectivos
Nuestra existencia está jalonada de vínculos afectivos. De apego cuando somos niños y que nos permite sobrevivir; de amistad cuando somos adolescentes y nos ayuda a socializarnos y a compartir nuestras emociones y deseos. De pareja cuando somos adultos y nos hace crecer mediante una comunicación más íntima y profunda. Todos los vínculos, unos necesarios y otros elegidos, se establecen con el fin de lograr un buen equilibrio personal.
me puden decir de donde es publicado este articulo? que ciudad?
Está realizado por el equipo de psicólogos de Cepteco de la ciudad de León (España) y publicado en nuestro blog.