A nivel cognitivo-conductual analizamos los estímulos que generan una serie de respuestas en nuestro organismo. Para mejor estudiar, la dividimos en respuestas cognitivas (lo que pensamos), lo que hacemos (conducta observable) y las emociones asociadas a los sentimientos, con el fin de analizar las consecuencias que hacen que se mantenga o no dicha conducta.
Más de Uno León con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (4 junio 2025). Audio cortesía de Jorge Martínez.
Pensamientos catastrofistas
En ocasiones, tenemos problemas ya que asociamos pensamientos y emociones que nos llevan a preocuparnos excesivamente y sufrir. ¿Por qué ocurre? Como especie estamos programados para activarnos ante diversos estímulos donde solemos responder de forma coordinada con pensamientos, emociones o conductas en las que busquemos el placer y evitemos el dolor o la muerte.
Dada nuestra capacidad de divagación se produce una unión entre emoción y pensamiento. Nuestra tendencia natural a la catastrofización tendemos a unir dichas emociones con los pensamientos.
Identificar pensamientos y emociones
Es importante separar los pensamientos de las emociones ya que nos permite tomar decisiones más racionales y reducir el impacto emocional de situaciones estresantes. Podemos observar nuestras reacciones con mayor claridad y evitar actuar impulsivamente.
Son varias las técnicas psicológicas que nos ayudan a identificar y diferenciar pensamientos y emociones. En la terapia cognitivo-conductual (TCC) utilizamos una técnica llamada registro de pensamientos, donde la persona anota una situación, los pensamientos automáticos que surgen y las emociones asociadas. Ayuda a ver claramente cómo se relacionan y diferenciarlos.
Separar pensamiento y emoción
Son varias las estrategias para ayudar a separar dichas respuestas y que nos generen menor sufrimiento. La Terapia Racional Emotivo Conductual y Cognitivo Conductual (Ellis) donde se refutan ideaciones catastrofistas y prejuicios sociales. El uso de la relajación para disminuir nuestras respuestas físicas asociadas a las emociones. La meditación de atención plena (mindfulness) enseña a observar los pensamientos y emociones sin juzgarlos ni reaccionar automáticamente. Con práctica, uno puede ver las situaciones de estrés como eventos pasajeros, lo cual permite tomar distancia y no fusionarse con ellos.
Para saber distinguir pensamientos y emociones podemos preguntarnos: ¿qué estoy pensando exactamente? y ¿qué estoy sintiendo en el cuerpo?. Si la respuesta es una idea o juicio, es un pensamiento. Si es una sensación corporal (nudo en el estómago, opresión en el pecho) es una emoción.
Este análisis te entrena para distinguir entre ambos en tiempo real.
Programa completo: Programa «Más de Uno» en Onda Cero León (4 junio 2025). Minuto 7 de 1 h. y 33 minutos.