El ser humano es un ser social y gregario que suele necesitar del contacto de los otros para sentirse realizado. Es verdad que existen tipos diferentes de personalidad (extravertidos e introvertidos) pero la idea es que una soledad auto-impuesta puede ser satisfactoria y positiva para algunas personas (sobretodo en una sociedad tan hipercomunicada como la que vivimos). Pero que nos obliguen a estar encerrado durante un tiempo indeterminado es una cosa totalmente diferente, y a la larga, a nadie le suele sentar bien.

Estar aislado en un lugar sin poder hacer tus rutinas normales de afrontamiento ante la ansiedad o el estrés (deporte, salir con los amigos, dar una vuelta) suele llevar a que le demos muchas más vueltas a las cosas y más de lo necesario.

Cambios emocionales

Emocionalmente, la ansiedad y la depresión suelen aumentar. Un estudio con ratones en aislamiento se vio como en ciertos neuropéptidos (proteínas moleculares encargadas de sintetizar las expresiones del código genético) encargados de regular emociones y conducta social, mostraban mayor producción aumentando la conducta agresiva. Es decir, la bioquímica cerebral se modificaría en un período de aislamiento. No obstante, hay que tener muy en cuenta que cada individuo puede reaccionar de manera muy diferente. Lo importante es mantener rutinas constantes y encontrar algún tipo de tarea intelectual o reto que nos mantenga ocupados y concentrados.

Más de Uno León con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto vía telemática (1 abril 2020). Audio cortesía de Jorge Martínez.

Síntomas de alerta y alternativas

Algunos síntomas suelen ser irritabilidad constante durante días, falta de energía o evidentemente ataques de pánico o de ira. También un desmesurado abuso de sustancias para lidiar con el aburrimiento o la ansiedad son un indicador claro de que algo no va bien.

Como hablamos en la emisión anterior, podemos aprovechar ahora para empezar esos proyectos del que nos quejamos que nunca tenemos tiempo por nuestro ritmo de vida diario. Esta situación en general no es favorable para casi nadie, pero la realidad no va a cambiar simplemente porque no nos guste. Depende de nosotros adaptarnos a ella y sacar el mayor provecho posible.

Podemos usar las redes sociales para mantener contacto con nuestros seres queridos en busca de apoyo y consuelo. Como se ha dicho ya muchas veces,. Ahora bien, un estudio publicado este mes analizaba como reaccionaban los usuarios ante posts y comentarios llenos de insultos de bots pagados para generar dinero por clicks. Se vio que la gente clickaba hasta nueve veces más que en anuncios sin ese tipo de lenguaje comunicativo, con lo que estilo consigue su objetivo al atraer más gente y por ende más polémica.

Por todo ello, es importante desconectar de esa interacción tóxica (para eso las redes sociales tienen herramientas de bloqueo) y centrarnos en interacciones positivas y que nos llenen.

Apoyo a personas cercanas

En otro estudio publicado hace algunos días daban algunas pautas sobre como mostrar apoyo a personas cercanas en situaciones difíciles y estresantes (como en la que nos encontramos). La idea general es validar los sentimientos y las quejas que se hacen como «me siento triste», «esto me supera», sin subestimar o comentar que no son importantes.

También afirma el estudio que es importante no generar a la otra persona percepciones de control sobre sus emociones («no pienses sobre ello»), sino que se debe acompañar en el diálogo, ya que muchas veces lo que una persona quiere es simplemente desahogarse, no encontrar soluciones mágicas.

Por último, también se explicaba la necesidad de mostrarte interesado por las emociones del otro, como «es normal que estés estresado, esto es una situación para la que nadie nos ha preparado». En conclusión, hacer que la gente se sienta apoyada y querida es lo más importante de todo.

Referencias: