El suicidio es la principal causa de muerte no natural en España. Se producen 10 suicidios al día y ha aumentado un 20% desde el comienzo de la crisis económica. Suele darse con mayor frecuencia en los meses de abril a junio. Tiende a estar asociado a la depresión, con un estado de ánimo de intenso abatimiento con pérdida de interés o placer por casi todas las actividades habituales. La persona se encuentra triste, decaída, desesperada, irritable. Acompañada por determinados síntomas vegetativos (retraso en procesos físicos) y manifestaciones de auto-culpa y desprecio de sí misma.

Audio: León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (19 abril 2017). Cortesía de Jorge Martínez.

Factores de riesgo y síntomas

Niñez y juventud Edad adulta Vejez
Problemas graves o divorcio padres, problemas de personalidad de los padres (inestables), muerte ser querido, acoso escolar, abandono emocional, no ser hijo deseado, demasiado jóvenes o mayores en edad los padres.

Síntomas: Suelen mostrar conductas agresivas en vez de estrictamente depresivas y suele darse de forma progresiva (cambios de hábitos conducta sueño, comida, conductas regresivas, desinterés social…).

Hombre de más de 40 años, vivir en una ciudad solo, soltero, divorciado o viudo, sin muchos apoyos sociales, padecer una enfermedad crónica, estar en paro, alcoholismo.

Síntomas: Asociación con desesperanza, sentimientos de culpa, inutilidad, delirios diversos con un humor depresivo posee gran riesgo suicida.

Pérdida de seres queridos, jubilación, aislamiento o desprecio social, pérdida de prestigio.

Síntomas: Realizan menos intentos de autodestrucción, usan métodos mortales, reflejan menos señales de aviso. Dichos actos son premeditados, reflexivos. Pueden asumir la forma de suicidios pasivos (dejarse morir) o activos (eutanasia).

Ideas suicidas

Suele existir un proceso en las ideaciones suicidas que tiende a presentarse de forma gradual. Cuanto más planificación haya existe mayor riesgo de que la persona lo lleve a cabo. La amenaza suicida hay que considerarla seriamente como signo de alto riesgo. Sería razonable eliminar creencias erróneas y saber las correctas: el que avisa es más probable que lo haga (9 de cada 10 personas), el que lo intenta suele repetir (50%) en los 3 primeros meses de haberlo intentado. El hablar sobre el suicidio reduce su riesgo y ayuda a la prevención.

Prevención

Es un problema de la comunidad (amigos, vecinos, pareja, compañeros de trabajo…) y cuanto más sepamos mejor podremos ayudar a la persona que piensa terminar con su vida. Son personas infelices por no saber adaptarse a su entorno. La escucha activa con atención para que se desahoguen es una buena estrategia. Podemos preguntar sobre la dimensión y planificación del mismo para saber su gravedad y valorar alternativas de solución abordando la superación de obstáculos. También es conveniente que no dejemos a la persona sola y buscar ayuda psicológica o médica si es necesario.