La pandemia por Covid-19 nos ha hecho vivir una crisis sanitaria mundial donde hemos visto cómo el confinamiento domiciliario y el distanciamiento físico y social han interrumpido los procesos relacionales.

Las vacunas seguras y eficaces en tiempo récord, las innovaciones en tratamientos, una mayor velocidad de conocimiento de los diversos equipos de investigación, el desarrollo de búsquedas alternativas de atención no presencial (telesalud) son ejemplos de lo logrado en este tiempo. Pero también, en contra, se ha deteriorado el sistema sanitario y ocurrido una mayor mortalidad (incluyendo el suicidio por aislamiento, la incertidumbre, las dificultades económicas…), ha habido un deterioro económico y laboral en las familias, una mayor desigualdad socioeconómica en salud, donde los grupos más desfavorecidos han sufrido un mayor deterioro, y un impacto negativo en la salud mental y en el bienestar de la población. Otros cambios experimentados han sido un mayor uso de herramientas de salud digital, de las redes sociales y cambios en los servicios de atención sanitaria.

Más de Uno León con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto vía telefónica (7 septiembre 2022). Audio cortesía de Jorge Martínez.

Peor calidad de vida

Atendiendo a todo lo anterior nos preguntamos cómo se ha visto afectada la población en relación a su bienestar y en su salud mental. Ha habido una mayor mortalidad por la interrupción a la atención no relacionada con el coronavirus, eliminado años de esperanza de vida en todo el mundo, también una cronificación de síntomas físicos (fatiga, dificultades respiratorias, disfunción cognitiva) y psicológicos (mayor estrés, aflicción, miedo, ansiedad y depresión). Si antes los problemas emocionales afectaban a 1 de cada 6 personas ahora los problemas de ansiedad y depresión han aumentado un 25%.

La pandemia ha perjudicado especialmente la salud mental de diversos colectivos: a los niños y adolescentes con un aumento de la ansiedad y depresión por la dificultad de socialización (cierre de colegios, evitar contactos), a las personas mayores con problemas de salud subyacentes o con discapacidad, y a las mujeres por una mayor exposición a las consecuencias económicas y laborales con mayores carga de cuidados y riesgo de violencia de género.

Déficits revelados y consecuencias generadas por la pandemia

La escasez de personal sanitario por menor gasto sanitario que en otros países de la Unión Europea y la desatención a la atención primaria de forma progresiva desde hacía años han expuesto su gravedad durante la pandemia.

La atención farmacéutica en España es mayor que en la Unión Europea en ansiolíticos, antidepresivos y reguladores del sueño y la sobrecarga de trabajo de los profesionales sanitarios por turnos de trabajo prolongados y niveles persistentemente altos de estrés en el trabajo con deterioro físico y mental de dichos trabajadores hizo que un 57% padeciese un trastorno por estrés postraumático.

Ha habido un aumento de factores de riesgo conductuales: incremento del uso del alcohol y tabaco y de la obesidad. Serían necesarias mejoras en el apoyo a la salud mental de la población en esta postpandemia tales como mayores recursos en medios y personal sanitario, cuidando su salud mental deteriorada por la pandemia, duplicar el número de psicólogos en los sistemas de salud mental y mejorar las conductas saludables en ejercicio, comida y sueño.

Referencias:

  • Buitrago Ramírez F, Ciurana Misol R, Fernández Alonso MDC, Tizón García JL. Repercusiones de la pandemia de la COVID-19 en la salud mental de la población general. Reflexiones y propuestas (2021). Aten Primaria; 53(7):102143.
  • Encuesta sobre la salud mental de los/as españoles/as durante la pandemia de la Covid-19 (2021).
  • European Union (2021). The State of Health in the EU: Companion Report.
  • Hawton, K., Marzano, L., Fraser, L., Hawley, M., Harris-Skillman, E., y Lainez, Y. X. (2021). Reporting on suicidal behaviour and COVID-19-need for caution. The Lancet. Psychiatry8(1), 15–17.