La vuelta de las vacaciones supone para todos un duro cambio al que nos cuesta adaptarnos. El periodo de relax y de libertad se acaba y vuelven las obligaciones, los horarios y la rutina. Adaptarnos de nuevo a este ritmo de vida nos llevará algún tiempo, pero podemos buscar la forma de superarlo en positivo si aplicamos algunos truquillos sencillos. Para conocerlos de primera mano y poder ponerlos en práctica, hablamos con dos expertos en la materia: Miguel Ángel Cueto, psicólogo clínico director de Cepteco, y una de las psicólogas de Psicoleon.

Cepteco: «El síndrome postvacacional se trata de una dificultad lógica de adaptación pasajera que puede durar como máximo de 1 a 3 semanas, siendo lo normal de 3 a 4 días»

¿Por qué nos genera problemas la vuelta al trabajo tras las vacaciones? «Se trata de una dificultad lógica de adaptación pasajera que puede durar como máximo de 1 a 3 semanas –depende del tipo de personas–, siendo lo normal de 3 a 4 días. Esta molestia no suele tener carácter patológico. Si durara más, podría ser debido a un problema depresivo y/o ansioso que, en la mayoría de estos casos, se presentaba con anterioridad. Los trastornos del estado de ánimo anteriores a la vuelta de vacaciones se acrecientan o agudizan en este período», argumenta Miguel Ángel.

En cuanto a los síntomas, según explica el mismo psicólogo, la incomodidad de la vuelta al trabajo suele  manifestarse con:

  • Un cierto grado de nerviosismo y ansiedad concentrado en enfados inusuales y desproporcionados a los hechos que nos rodean.
  • Mayor grado de fatiga ante pequeñas actividades.
  • Problemas de coordinación ante conductas que antes no presentaban ningún problema.
  • Otra sintomatología somática suelen ser dolores musculares, náuseas, taquicardias, sensación de ahogo, problemas estomacales… pudiendo aparecer, en ocasiones, cierta dificultad para conciliar el sueño.

«Se producen similares síntomas en los escolares con la vuelta a la rutina académica. No tienen por qué preocuparnos demasiado salvo que se mantengan en el tiempo. No obstante, ya querrían tener este tipo de molestias aquellas personas que no tienen trabajo actualmente. Lo verían como inconvenientes deseables si tuvieran un trabajo digno», añade contundente.

¿Hay que prepararse anímicamente antes de irse de vacaciones? ¿Y a la vuelta?

La última semana de trabajo antes del descanso se hace interminable, pero nuestro estado de ánimo es muy positivo. ¿Hay que prepararse anímicamente antes de irse de vacaciones?

La psicóloga de Psicoleon asegura que la última semana de trabajo conviene dejar las tareas lo más organizado posible y realizar aquellas más urgentes para que a la vuelta no nos coja ‘esa montaña de papeles’. «Planificar las actividades de ocio antes del periodo vacacional sería recomendable junto a un proceso de una búsqueda de objetivos durante las mismas: dormir más, mejorar nuestra relación de pareja, hacer más ejercicio, disfrutar más de las relaciones sociales o placeres diversos», apunta por su parte Miguel Ángel.

Psicoleon: «Hay que afrontar la vuelta con una actitud positiva, priorizar las tareas, establecer momentos distendidos y evitar reincorporarse un lunes»

¿Y a la vuelta? «A la vuelta, asumir que después de unos días de relax toca volver al puesto y afrontar el regreso con una actitud positiva, lo que ayudará a que el tiempo pase más rápido evitando frustraciones. Para ello, se debe priorizar las tareas que haya que realizar en función de su urgencia e importancia; establecer momentos distendidos, tanto dentro como fuera del trabajo; e intentar no incorporarse al trabajo justo tras la vuelta de las vacaciones y, si es posible, evitar los lunes, intentar volver a la ciudad uno o dos días antes para hacer en ella esas cosas que el trabajo no te permite por falta de tiempo», aconseja la psicóloca de Psicoleon.

¿Se puede evitar la ‘depresión postvacacional’?

«Todos hemos sufrido alguna vez alguno de los síntomas provocados por el llamado síndrome postvacacional. Aunque no es una patología propiamente dicha, contiene un componente de tristeza y angustia similares a una depresión, con la diferencia de que es mucho más leve y que pasa en pocos días. Además, existe una añoranza de los momentos pasados en el verano y probablemente los exageremos como si hubieran sido fantásticos en comparación con la nueva época laboral que calificamos de odiosa», continúa la profesional de Psicoleon.

El director de Cepteco, Miguel Ángel, reconoce que son diversas las variables que harían que la vuelta al trabajo pudiera resultar «dura», por lo que sería conveniente modificar determinados prejuicios:

  • La concepción mal entendida de las vacaciones. Entenderlas como momento para disfrutar de la vida, cuando en realidad, se debe intentar disfrutar también los 11 meses restantes.
  • Las vacaciones concebidas como tiempo de paso (inestable) para recargar pilas para el trabajo (estable).
  • Solemos pasar más tiempo con nuestros familiares durante las vacaciones y, al incorporarnos al trabajo, dejamos de tener contacto con ellos lo que, en ocasiones, nos produce cierta sensación de soledad o alivio.
  • El desajuste de horario es habitual en vacaciones y un control progresivo al final de las mismas sería conveniente para mejor adaptarnos a la actividad laboral.
  • También influye el regreso a un entorno donde aumentan las demandas y exigencias.

Cepteco: «Sería razonable dosificar las vacaciones, si se puede, cada cierto tiempo y no todo un mes seguido»

«Sería razonable dosificar las vacaciones, si se puede, cada cierto tiempo y no todo un mes seguido. Mejorar nuestro estilo de vida cotidiano durante la época de trabajo aprovechando nuestro tiempo de ocio, fomentando relaciones sociales, planificando, administrando el tiempo… y si es posible, intentar retomar la rutina laboral en otro día diferente al lunes», declara Miguel Ángel coincidiendo con su compañera de profesión.

Además, otros factores que pueden ayudarnos durante las vacaciones para que el regreso al trabajo no sea tan duro es «no centrar la atención sólo en el tema laboral». «La vuelta a casa supone otras muchas cosas como el reencuentro con amigos, el sosiego de la rutina diaria, el control de los horarios y la tranquilidad del día a día. Otra manera de superar la vuelta a casa es pensando en nuevos proyectos y en cambios importantes. Esto te estimulará y te ayudará a estar contento ante la llegada del invierno», apunta la psicóloga de Psicoleon.

Desde Psicoleon ofrecen algunos consejos para no caer en ese estado depresivo. «La primera semana de trabajo será dura y desearás que llegue el fin de semana enseguida. Muchas personas se incorporan a mitad de semana para aclimatarse mejor y trabajar menos días la primera semana. Es un buen truco. Ponte al día de las últimas novedades y comenta cotilleos y cambios con tus compañeros en las horas de comida. Estos temas pueden resultar divertidos y ayudarán a evadirse durante un tiempo».

Psicoleon: «La vuelta a casa supone el reencuentro con amigos, el sosiego de la rutina diaria, el control de los horarios y la tranquilidad del día a día»

Creamos demasiadas expectativas en estos días de siesta, buen tiempo… Pero  ¿afecta a todo el mundo este síndrome postvacacional?

«No todas las personas tienen problemas de adaptación, depende en gran medida de la satisfacción laboral y la filosofía de vida que se lleve. Hay personas que se alegran de volver a la rutina como pueden ser las que disfrutan de un trabajo que les gusta, las hiperactivas, las adictas al trabajo que sienten que deben llenar sus horas libres y no saben con qué; las que durante las vacaciones se cargan de compromisos sociales o tareas que hacen que aumente su estrés; muchas mujeres para las que el período vacacional significa un aumento de sus labores domésticas, incluso más de lo habitual que el resto del año…», detalla el psicólogo clínico de Cepteco, Miguel Ángel.

¿Son necesarias las vacaciones?

Cepteco: «Las vacaciones son necesarias para la supervivencia estable del ser humano, aunque lo mejor es darse diariamente pequeños placeres»

Llegados a este punto, y como balance, ¿son necesarias las vacaciones? Tanto Miguel Ángel como la psicóloga de Psicoleon coinciden rotundamente en este punto. «Las vacaciones son necesarias para la supervivencia estable del ser humano, aunque lo mejor es darse diariamente pequeños placeres. Toda actividad después de unas vacaciones genera una serie de respuestas de incomodidad que responden a la lógica adaptación del individuo a su medio habitual. Destacar que estos problemas de adaptación se manifiestan dentro de la normalidad, no tiene por qué tratarse de algo patológico ni por el que tengamos que preocuparnos demasiado», explica el psicólogo de Cepteco.

«Las vacaciones siempre son necesarias para desconectar y recargar pilas y poder rendir en el trabajo, ya que el cansancio y la rutina nos acaba haciendo mella y eso puede generar dificultades en nuestro día a día. Para no tener o minimizar los efectos del síndrome postvacacional lo mejor es aplicar los trucos arriba indicados, y pensar que las siguientes vacaciones están a la vuelta de la esquina», añade la profesional de Psicoleon.

Como alternativa, y para quienes se refugian en la tecnología, en la red ofrecen soluciones a través de apps. Aquí te dejamos un listado de 10 aplicaciones para sobrevivir a la depresión postvacacional.

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Artículo completo: ileon.com (3 septiembre 2015).