Podemos definir la infidelidad como la ruptura de un acuerdo, implícito o explícito, en el cual uno de los dos miembros de una pareja tiene algún tipo de relación con una tercera persona. Los límites de qué es lo que se considera una infidelidad varían de persona a persona ya que para algunas si no hubo sexo no hay infidelidad, y otras, sin embargo, creen que tan sólo con fantasear con otra persona ya la están cometiendo.

El ser humano no es monógamo por naturaleza, son los factores culturales, religiosos y sociales los que favorecen la monogamia como factor moral más que evolutivo. Es el instinto de apego de los seres humanos lo que hace que nuestras emociones se deriven hacia una afectividad exclusiva y que nos haga sentirnos queridos incondicionalmente. Por eso la confianza de las personas es la más perjudicada después de que una infidelidad es descubierta, la persona engañada tendrá dificultades en volver a creer, en confiar nuevamente cuando no se cumplió con lo que tenían pactado.

León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (14 marzo 2018). Audio cortesía de Jorge Martínez.

El tema fundamental para hablar de infidelidad es la ruptura del contrato que se había establecido. En él, ambos miembros de la pareja acuerdan frecuentemente mantener un vínculo de exclusividad sexual y afectiva. Al romperse o incumplirse ese contrato entre los miembros de la pareja, se pone en cuestión la confianza y la palabra empeñada, dañando la relación.

Causas de la infidelidad

Los motivos que llevan a una persona a ser infiel a su pareja pueden ser tantos como tipos de pareja y personalidades. Aunque no es generalizable y existen modificaciones a nivel social y cultural, para las mujeres que son infieles la principal justificación suele ser el amor y mucho más lejos aparece el sexo, en cambio en los varones ocurre a la inversa.

Habitualmente, si la mujer se ha enamorado de otro hombre es probable que quiera terminar con su marido, en cambio los hombres, incluso enamorados, tienden a perpetuar ambas relaciones y son más reacios a terminar con su matrimonio. En general, cuando sale a la luz la infidelidad en una pareja, es más fácil superarla si fue llevada a cabo por el varón que si la protagonista fue la mujer ya que se sigue aceptando mejor la infidelidad masculina que la femenina.

Confesar la infidelidad

Cuando una persona está cometiendo una infidelidad puede dudar respecto de si guardar el secreto soportando la culpa y el remordimiento o sincerarse contándole todo a su pareja. Confesar la infidelidad depende del motivo que la produjo y de las condiciones en las que la pareja está viviendo, es necesario analizarlo individualmente. Si hablamos de la comunicación como base esencial de la pareja, es bueno que se confiese, aunque la otra persona pedirá, si es que lo “perdona”, que no se vuelva a repetir. Es necesario distinguir siempre entre personas y relaciones, no a nivel de género.

Una comunicación adecuada, buenas habilidades de solución de problemas y desarrollo de la empatía, realizar actividades gratificantes (entre ellas los hábitos sexuales) y procurar atención y cuidados al otro y, en general, una relación satisfactoria por ambas partes es el mejor antídoto contra la infidelidad de la pareja. Hay alguna excepción como en casos de ciertas patologías de la personalidad en el que la infidelidad y la incapacidad de establecer vínculos afectivos se convierten en pura sintomatología.