Nada justifica el maltrato. No obstante, algunas jóvenes presentan algunas ideas románticas que podrían hacerlas asumir el maltrato en sus relaciones de pareja. Los celos, considerados como un síntoma de que su pareja la quiere, se utilizan para el control (watshapp, teléfono, redes sociales, salidas…). A las jóvenes les puede costar identificarlos como abuso y van cediendo cada vez más para no enfadar a la pareja; se distancian de sus amigas, no tienen vida propia y acaban aisladas, viendo por los ojos de su pareja. Esta visión está muy influenciada por la cultura, en la que vincularse a los chicos genera mayor valor social.
El amor todo lo puede, todo lo cura, procuran satisfacer los deseos del chico limitando el suyo. La joven creería que puede cambiarlo con el poder de su amor y se resigna a creer que el amor implica sufrimiento (quien bien te quiere te hará llorar). Estos estereotipos hacen que se aferren a la relación, aunque les haga daño y generen dependencia emocional.
Audio: León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (22 marzo 2017). Cortesía de Jorge Martínez.
El amor romántico impide a las jóvenes percibir el maltrato
La trampa del amor romántico suele impedir a la joven percibir la violencia que está sufriendo. Y en el caso de que la perciba, puede ser que disculpe a su pareja explicando la violencia como una característica de las relaciones afectivas: todos los hombres son así. Sólo cuando toma conciencia de que se encuentra en una relación tóxica puede elaborar estrategias para cambiar la situación, aunque puede aparecer el miedo al aislamiento social si el chico la abandona, la propia seguridad o la posibilidad de sufrir violencia de mayor intensidad. El miedo es una estrategia común de la violencia de pareja y acaba limitando la capacidad intelectual, la autonomía de la joven y su control para tomar decisiones.
Las señales del maltrato
Hay diversas señales que permiten detectar que la joven está sufriendo maltrato por parte de su pareja. Puede observarse cuando deja de salir con amigas, estando cada vez más aislada. Se arregla como él quiere y no como le gustaba a ella. Recibe llamadas o mensajes de él a todas horas. Si él le manda un mensaje, se altera o se pone triste. Baja el rendimiento escolar. Manifiesta temor con respecto al chico. Reconoce o justifica alguna agresión física…
Las jóvenes que sufren esta violencia de pareja desarrollan con más frecuencia comportamientos de riesgo para su salud que las que no la sufren: abuso de sustancias tóxicas, conductas sexuales de riesgo… También suelen presentar alteraciones emocionales y psicológicas a corto y largo plazo, y, en los casos más graves, pueden llegar al suicidio.
Los padres podemos ayudar a superar este proceso de dependencia emocional que llevaría al maltrato queriendo a los hijos de forma apegada desde niños, desmontando los ideales románticos, inculcando la valía a nuestras hijas para que no se crean inferiores a los chicos y, si están con un malote, propiciar el diálogo sincero para que puedan darse cuenta de ello.
Programa completo: Onda Cero Radio.
