Los seres humanos queremos conseguir lo que deseamos, es algo inherente a cualquier ser vivo. Pero, ¿qué sucede cuando no podemos lograrlo? Nos frustramos por la insatisfacción de no conseguir nuestros deseos, idealizamos las metas pasadas que no han sido conseguidas. Como el camino del deseo y el de la realidad no van por el mismo camino, a mayor distancia entre ambos, mayor frustración se produce.

Es razonable darle vueltas a algo que nos preocupa, es una respuesta adaptativa cuando tenemos un problema, no podemos tener la mente en blanco. Lo ideal es buscar una solución a lo que nos estresa y dejar de pensarlo una vez solucionado, pero cuando estas ideas son muy frecuentes, intensas o muy duraderas se convierten en pensamientos patológicos u obsesivos pudiendo deteriorar el sistema inmunológico del organismo lo que tendería a generar problemas físicos y adaptativos en el propio individuo y en las relaciones interpersonales.

León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (23 enero 2019). Audio cortesía de Jorge Martínez.

Vivir el presente

La frustración es inevitable cuando cambian las cosas, siendo las divagaciones formas de darle vueltas a lo que nos preocupa, del pasado o futuro, que nos generan ansiedad y dificultan vivir el presente. La mayor parte de la alarma creada por las situaciones que nos inquietan está generada, no por los acontecimientos que tienen lugar, sino por el significado que nosotros le otorgamos. Tenemos razonamientos tóxicos que nos hacen sufrir innecesariamente procediendo la mayor parte de nuestro sufrimiento psicológico, precisamente, del intento de evitar dicho sufrimiento.

Pero nuestro modo de pensar es una pauta de hábito aprendida, por lo tanto, podemos aprender a controlarlo. Para superar las divagaciones nada mejor que intentar vivir el presente asumiendo aquello que nos venga. La meditación y divagar utilizando lápiz y papel cuando tenemos alguna preocupación que nos haga sentirnos mal también nos servirán de ayuda.

Fuentes:

  • Santadreu, R. (2014). El arte de no amargarse la vida. Barcelona. Paidós.
  • Siegel, R.D. (2012). La solución Mindfulness. Bilbao. DDB.
  • Watzlawick, P. (1995). El arte de amargarse la vida. Barcelona. Herder.