El término amor líquido es un concepto desarrollado por Zygmunt Bauman en un libro con idéntico nombre. En él realiza un análisis en el cambio en las relaciones sexuales y de pareja en función de nuestros tiempos asociando nuestras relaciones sentimentales con la visión capitalista actual.

El sexo y el amor líquido sería el proceso de un cambio generacional y social que observamos en las parejas jóvenes y en las que se han separado. Si antes los amores eran sólidos como rocas, ahora son líquidos y se adaptan al envase. Una vez se termina, se tira o cambia por otro, prima el usar y tirar.

MACB-O0

Audio: León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (8 junio 2016). Cortesía de Jorge Martínez.

Cambio de paradigma

La visión estática de la unidad familiar está desapareciendo progresivamente, derivando hacia relaciones mucho menos rígidas y de carácter más fluido. Estamos aplicando la misma mentalidad en el amor que en el mundo de los negocios, con el mero beneficio personal como objetivo final, búsqueda de rentabilidad o el lamento de la oportunidad perdida.

Las certezas se desvanecen y las relaciones amorosas cada vez tienden a ser cada vez más superficiales, fugaces, acordes con la sociedad de consumo en la que vivimos.

Apoyo informático

Algunas Apps de contactos, como Tinder, representan la culminación de su idea del amor y sexo líquidos por su inmediatez y facilidad de uso. Requiere poco esfuerzo conocer y alternar con otras personas. Sólo hace falta bajar la aplicación, conectar las fotos a las de Facebook, y comenzar a aceptar o rechazar a otros chicos/as según sus fotos y descripción. Este proceso es la sublimación del mínimo esfuerzo en el mundo de las relaciones de pareja y sexuales.

Todavía es pronto para ver las consecuencias a largo plazo de esta nueva forma de vínculos afectivos. Si la idea de la pareja está basada en la pasión, intimidad y compromiso (Sternberg) se hace más complicado mantener una relación de pareja y una fidelidad sexual en este mundo líquido que nos rodea.