La crisis económica está influyendo en todos los aspectos de la sociedad y desde luego también en todos los personales lo cual, evidentemente, incluye todo lo relacionado con la sexualidad. En nuestra consulta hemos observado un aumento del número de personas que necesitan terapia de pareja y sexual por problemas de deseo sexual en ambos sexos y de disfunción eréctil en el varón, pero con una petición de un menor número de sesiones de terapia debido a los problemas económicos.

En el año 2010, en el marco del XI Congreso Español de Sexología y IV Encuentro Iberoamericano de Profesionales de la Sexología, se presentó un estudio en el que se daba a conocer el estado anímico y el funcionamiento sexual de los españoles en función de si estaban desempleados y el tiempo que llevaban en desempleo. Los resultados indicaron que los desempleados tenían mayores niveles de ansiedad y depresión que las personas empleadas. La depresión iba en aumento a medida que se incrementaba el tiempo de desempleo, sin embargo la ansiedad se mantuvo estable a un nivel alto a lo largo de ese mismo tiempo.

El funcionamiento sexual también se mantuvo estable o incluso mejoró a los tres meses de paro laboral pero, a partir de ahí comenzó a empeorar progresivamente, alcanzando los mayores niveles de disfunción cuando se alcanzó un desempleo superior al año. Esto mismo sucedía con la frecuencia sexual.

León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (21 noviembre 2012). Audio cortesía de Nacho Arias.

Vínculos e intimidad

Otros estudios determinan que el estrés económico en la pareja propicia un deterioro y un aumento de la inestabilidad de la relación. Los eventos estresantes, en este caso los problemas económicos, afectan al bienestar personal y, por añadidura, al bienestar de las parejas y las familias. Es un factor de desestabilización que afecta al estado emocional y a la calidad de las interacciones de la pareja siendo estas negativas, dicha inestabilidad emocional conlleva un aumento de los conflictos y las dificultades en la pareja con enfados, violencia, críticas y disminución del apoyo en ella.

A nivel individual los problemas económicos se relacionan con la pérdida de control personal, baja autoestima, tensión emocional general y con sintomatología ansioso-depresiva. Se tiende a abandonar las actividades de ocio, por la falta de recursos económicos, con lo que la calidad de vida disminuye y provoca, muchas veces, la ruptura con sus redes sociales o de apoyo a pesar de que ese apoyo social externo es crítico así como evitar el aislamiento.

Los vínculos afectivos fuertes y la intimidad entre los miembros de la pareja pueden facilitar la adaptación para hacer frente al estrés. Proporcionar apoyo al que está en paro, escuchar sus preocupaciones, implicarse en la búsqueda de trabajo, mostrar afecto y sensibilidad hacia el punto de vista de la pareja ayuda a disminuir la tensión.

¿Cómo afecta la crisis económica a nuestra sexualidad? ¿Qué hacemos para ayudar a mejorar nuestra sexualidad o la de nuestra pareja?