Los romanos decían “guarda el orden y el orden te guardará a ti”. Aunque esta expresión era utilizada dentro del concepto de la Pax Romana con un sentido político, puede utilizarse de forma casi lineal al estudio.

En general, el orden de la habitación de un escolar nos da muchos indicios sobre qué tipo de estructura de estudio posee e incluso nos facilita información de cómo organiza el mundo que le rodea. A medida que el estudiante llega a la adolescencia, su habitación se va convirtiendo en un mundo propio en el cual hace y deshace casi a voluntad. Es la única parte de la casa que depende de él mismo y que refleja las características personales del joven. Solemos decir de forma divertida que tal como tiene de ordenada su habitación, así tiene de “ordenada” la cabeza. Tener en orden y limpia la habitación no sólo facilita la concentración sobre la tarea por la ausencia de elementos distractores, sino que además permite ahorrar tiempo para localizar aquellos elementos que necesitemos en un determinado momento.

En cuanto a la mesa de estudio nuestro consejo es que encima de ella esté sólo aquello que vamos a utilizar en ese momento, para ello es conveniente tener planificado qué vamos a utilizar para llevar a cabo la actividad que hayamos dispuesto.

¿El desorden nos hace más productivos?

Estrategias de mejora para el orden y la limpieza

  • Si ordenar tu habitación después de meses de ir amontonando los objetos te parece un ejercicio demasiado cansado y superfluo, dedica 5’ diarios (con el cronómetro en la mano si es necesario) a organizar lo que te de tiempo. Verás como con el paso de los días llega el momento que de esos 5’ diarios te sobran 4.
  • Si te cuesta acordarte de mantener esta tarea durante todos los días, busca un momento del día adecuado para hacerlo (justo después de venir del centro escolar o justo antes de acostarte) y acostúmbrate a realizarlo todos los días a la misma hora. Para comenzar puedes poner una pegatina o un post-it en un lugar visible para que cada vez que lo veas recuerdes esta sencilla tarea.
  • Establécete una hora semanal (fijando día y hora) para dedicarlo a dejar tu habitación en perfecto estado a través de una limpieza de los elementos más comunes.

¿Es mi ambiente de estudio adecuado? ¿Mantengo un orden adecuado de la habitación donde estudio?