Con la llegada de la menopausia el organismo de la mujer sufre diferentes cambios que, aunque no eliminan la respuesta sexual, sí la modifica anatómica, funcional y psicológicamente.

Los niveles de estrógenos decaen a partir de los 40-45 años y a partir de la menopausia se produce una caída brusca en los niveles sanguíneos de los mismos, sobre todo en la menopausia quirúrgica en la que el descenso es más brusco.

Se estrecha y contrae la vagina perdiendo elasticidad, disminuye la lubricación, los senos pierden turgencia y la grasa se distribuye de forma distinta. Lo que parece que no sufre cambios es la respuesta clitoridiana.

En cuanto al aspecto psicológico, algunas mujeres presentan cambios en el estado de ánimo, como tristeza, dificultad para concentrarse, sensación de desinterés en las actividades normales, y dormir demasiado o tener problemas para quedarse dormidas. Además, las mujeres con antecedentes de depresión pueden sentirse más tristes durante la transición a la menopausia.

2015-04-29-O0

Onda Cero: Javier Chamorro con Miguel Ángel Cueto (29 abril 2015). Cortesía Nacho Arias.

Como afecta la menopausia a la sexualidad de la mujer

Los cambios descritos con anterioridad suelen producir un aumento o disminución del deseo sexual y de la respuesta genital al estímulo sexual, así como un aumento de la dispareunia. Para compensar los cambios sería conveniente:

  • Cuidar el estado de salud haciendo ejercicio y controlando la ingesta de comida para evitar el sobrepeso.
  • Utilizar como apoyo a la lubricación geles y cremas vaginales valorando, además, la posibilidad de realizar una terapia hormonal sustitutiva.
  • Evitar adicciones.
  • Emplear más tiempo en la estimulación del cuerpo por parte de su pareja, no sólo genital.
  • Volcarse en mayor número de contactos físicos no directamente sexuales como abrazos, caricias, demostraciones de afecto…

Los beneficios que aporta el sexo en esta fase de la vida

La sexualidad nos acompaña a lo largo de toda nuestra existencia y la necesidad de cariño, compañía, comprensión, amor y placer no desaparece con los años. El sexo favorece la calidad de vida física y psíquica, permite disfrutar del placer y de hacer disfrutar a la pareja y mantiene el organismo en forma. Además mejora las relaciones de pareja como complemento emocional.

Si el estado de salud es bueno la disminución de la actividad sexual depende de causas psicológicas que puede consultar, si lo desea, con un sexólogo que puede ser psicólogo clínico o sanitario, médico de atención primaria o especialista. Este profesional es el que puede evaluar, diagnosticar y recomendar el mejor tratamiento para solucionar cualquier problema referido a su sexualidad.