Existen una serie de estímulos ambientales que pueden influir de forma negativa en la concentración en el estudio. Cualquier elemento que se utilice durante el período de trabajo que no esté directamente relacionado con éste podría convertirse en un posible distractor. Suelen ser objetos para intentar evadirse de la actividad de esfuerzo en el estudio, gestos o pequeñas conductas que hacen perder un tiempo valioso.

Cada estudiante tiene sus pequeñas “estrategias” que utiliza para distraerse.. Hay que decir que los alumnos logran sorprendernos con cosas nuevas constantemente. No conocemos todos, pero sí vamos a hacer referencia a los más comunes:

  • Reproductores de música. Como hemos comentado en entradas anteriores referidas al silencio, la escucha de música es poco recomendable a la hora de rendir satisfactoriamente en el estudio.
  • Carteles, póster o fotos. La habitación de un alumno se llega a convertir en su santuario privado. En este santuario se exponen todo tipo de “trofeos” que nos muestran las diferentes etapas, momentos y personas importantes en su vida. Esta decoración de la habitación puede ser positiva para recordar estos momentos pero quizás sea inadecuado para favorecer la concentración en el estudio por el alto nivel emocional que pueden despertar y los recuerdos que evocan. Si no es posible su eliminación, quizás es aconsejable su traslado a lugares menos visibles desde la mesa de estudio.
  • Elementos sobrantes encima de la mesa. Como ya habíamos comentado en la entrada del orden, todo accesorio que no vayamos a utilizar en ese momento es superfluo. Así, podemos incluir en este saco: botes de bolígrafos de mil y un colores y formas, pinzas y clips, hojas de notas de diferentes colores, pequeños juguetes y objetos preferidos… El material escolar siempre es necesario, pero en sobreabundancia o en el momento inadecuado se puede convertir en un potente distractor.

  • Teléfono móvil: A medida que muchos alumnos van creciendo, la adquisición y uso del móvil se está convirtiendo en algo habitual en nuestra sociedad y cada vez a edades más tempranas. La necesidad de muchos de estar constantemente “conectados” a sus amigos a través de llamadas perdidas, mensajería o redes sociales, hace que si esto se produce durante el tiempo de estudio, sea un elemento gravemente distractor. Muchos alumnos justifican el tener el móvil encendido mientras estudian como medio de conocer la hora, si esta fuera la excusa utilizada, sugerimos la compra inmediata de un pequeño reloj de mesa o de pulsera que sustituya a este aparato.
  • Ordenador: Somos más partidarios de, si fuera posible, tener el ordenador en una zona común del hogar, como elemento que aglutina a la familia más que la separa. Si no fuera posible, es positivo asegurarnos de que se encuentra apagado durante los períodos de estudio.
  • Ventana: La ventana por sí misma no es un elemento distractor, pero sí lo puede ser cuando se convierte en el sustituto natural de la televisión para intentar distraernos y lograr pasar de la forma más entretenida posible las largas y tediosas horas de estudio. Tenemos alumnos que podrían hacer una disertación ajustada a la realidad de los horarios de muchos de sus vecinos. Ante tales circunstancias, se sugiere correr las cortinas o bajar la persiana, aunque ello implique utilizar luz artificial o, en último caso, intentar modificar el lugar de estudio dentro de la misma habitación.
  • Televisión: Cada vez más, por desgracia, muchos estudiantes poseen una televisión personal dentro de su habitación. Si ya suele despertar muchas dudas la eficacia de esta medida, más si cabe si está encendida durante los períodos de estudio. Sería muy positivo, de darse esta situación, la regulación estable y razonada del uso de dicha televisión.
  • Bisutería o pequeños juguetes: las alumnas tienden más, por razones obvias, a jugar con pequeños elementos de bisutería o joyería, tales como anillos, cadenas, pulseras… con las que juguetean durante los tiempos de estudio. Los alumnos, sin embargo, tienden más a guardar pequeños objetos como canicas, muñecos… En ambos casos estos elementos de juego pueden ser contraproducentes a la hora de mantener una concentración estable.

Estrategias de mejora para los elementos distractores

  • Si no puedes mantener apagados la televisión, el ordenador, el móvil y los diferentes reproductores de música durante el período de estudio, sácalos fuera de la habitación durante este tiempo y colócalos fuera de tu alcance en una habitación de uso común (si son muy voluminosos extrae una parte sin la cual no sea posible su encendido).
  • Si ordenar tu mesa después de meses de ir amontonando los objetos te parece un ejercicio demasiado cansado y superfluo, dedica 5’ diarios (con el cronómetro en la mano si es necesario) a organizar lo que te de tiempo. Verás como con el paso de los días llega el momento que de esos 5’ diarios te sobran 4.
  • Piensa antes de comenzar tu tarea qué vas a realizar y qué vas a necesitar de forma concreta. Organízalo y prepara los materiales que necesites. Lo que no vayas a utilizar déjalo en su sitio donde no moleste ni te distraiga.

¿Tengo mi mesa de estudio organizada? ¿Muestro las fotos de mi grupo de amigos en el corcho justo delante de mi mesa de estudio? ¿Procuro tener apagados los elementos electrónicos que suelo usar en mis momentos de ocio?