A día de hoy, casi todos los alumnos tienen un lugar y unos materiales de estudio privilegiados: Una mesa lo suficientemente amplia como para contener los materiales necesarios para una sesión de trabajo, una silla a ser posible regulable en altura y fundamentalmente con respaldo que garantice la comodidad durante las horas de estudio, una estantería donde mantener un mínimo orden y control del material documental, y siempre es positivo tener un corcho o tablón de anuncios donde poder colocar los horarios, fechas de exámenes y otros apuntes de interés.

Dentro del mobiliario también incluimos el material escolar necesario para el desarrollo de la actividad académica normalizada. Entre éstos destacamos: libros de texto y de consulta, cuadernos, folios, bolígrafos, lapiceros, pinturas, reglas…

Capítulo aparte requiere la iluminación de la estancia dedicada al estudio. Por regla general, es preferible la luz natural a la artificial, pero dependiendo de la zona geográfica, esto no es siempre posible en las cortas tardes de invierno. En este caso un flexo articulado es una de las mejores opciones, y además si va equipado de luz azul siempre va a mitigar la fatiga de los ojos. Este flexo deberá estar situado a la izquierda del alumno si este es diestro y a la derecha si es zurdo, para evitar en todo momento la posibilidad de provocar molestas sombras que van a favorecer la fatiga.

Siempre decimos a nuestros alumnos que podemos tener la mejor cámara fotográfica del mundo, pero una pequeña mota de polvo en la lente va a producir que nuestras fotos salgan defectuosas. Al igual que la lente, el cuidado de la vista es de vital importancia: evitaremos la fatiga y favoreceremos una mejor concentración.

Estrategias de mejora para el mobiliario de estudio

  • Si posees una habitación exclusiva de estudio, cambia de habitación todos aquellos muebles que no tienen relación directa con tu tarea académica.
  • Si tu habitación de estudio es la misma que utilizas para dormir, intenta cambiar los ambientes de modo que todos los muebles relacionados con la actividad académica estén cercanos unos de otros.
  • Ten a mano los materiales escolares que sueles utilizar, y sólo los materiales escolares.
  • Si alguno de los muebles de estudio te resulta incómodo o poco funcional, comenta con tus padres la posibilidad de cambiarlo.

Para terminar la entrada de hoy, nos referimos a la temperatura como otro factor que intervienen en el ambiente de estudio. Buscar una temperatura estable durante todo el año va a permitir que el alumno mantenga sus capacidades físicas atentas a la tarea intelectual. Una temperatura entre 20º y 22º sería la más adecuada para este trabajo, evitando así el frío que nos entumece y centra la atención de nuestro cerebro en conseguir entrar en calor, y el calor excesivo que adormece los procesos cognitivos.

¿Es mi ambiente de estudio adecuado? ¿Qué elementos de mi habitación interfieren negativamente en que yo esté concentrado durante mi tiempo de estudio? ¿Cómo cambiarlos?