En alguna otra ocasión ya hemos hablado sobre las bases de una buena relación de pareja: respetarse, conocerse y saber los mapas del amor de la otra persona. Otras variables tiene que ver con cultivar la admiración por el otro, estar cercano y que a su vez nuestra pareja note nuestra cercanía. Mantener un buen sexo y saber comunicarse para resolver los problemas solubles y aceptar aquellos que no tengan solución son también buenos indicadores de la buena relación de pareja. Dejar que nuestra pareja influya sobre nosotros y viceversa y que nos haga sentirnos cómodos a su lado haría más fácil la convivencia.
También son índices positivos que, ante una crisis, pedir perdón o romper el hielo y crear un sentido de trascendencia en el proceso de interacción en la pareja.

Audio: León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (25 enero 2017). Cortesía de Jorge Martínez.

¿Y lo malo de la pareja?

Las discusiones con la pareja son normales aun en las parejas felices, pero desafortunadamente hay otras circunstancias negativas, lo malo de la pareja, que hacen que la pareja tenga dificultades. El uso de la violencia que daría lugar a los factores de maltrato (psicológico, físico o sexual), el sentirse abrumados en la relación, los intentos de pedir perdón no atendidos por la otra persona, recordar solo los aspectos negativos… son algunas de las causas que producen graves problemas en la relación de pareja. Además predicen la ruptura de la relación estas conductas:

  • Las críticas que atacan a toda la globalidad de la persona.
  • El desprecio: ofender a la persona con la que convivimos con burlas o sarcasmos. El peor, el desprecio social.
  • Actitud defensiva: culpar de nuestro malestar a nuestra pareja. Actuar ante un comentario a la defensiva. Y tú mas…
  • Evasividad: no nos importa ni la opinión y los sentimientos del otro cónyuge. Hacer vidas separadas.