El orgasmo es un fenómeno difícil de definir psicológicamente debido a la carga subjetiva que comporta en su aprendizaje y vivencia personal del mismo. El Trastorno orgásmico femenino es la ausencia, retraso, infrecuencia marcada o grave reducción de la intensidad del orgasmo que incomoda a la mujer. Generalmente un problema de anorgasmia lleva aparejado la falta de aprendizaje o de deseo de autoestimulación.

La mujer suele conseguirlo mediante la estimulación de la zona genital, especialmente del clítoris, siendo más difícil la consecución orgásmica mediante el coito ya que no se estimula suficientemente la zona clitoridea.

Para evaluar la anorgasmia hay que centrarse en el momento de su aparición y puede ser de por vida/adquirida: desde la madurez sexual nunca lo han conseguido o cuando dejan de experimentar los orgasmos después de un tiempo. Generalizada/situacional: no les es posible en determinadas circunstancias (coito o lugares) o parejas.

León en la Onda con Javier Chamorro y Miguel Ángel Cueto (11 octubre 2017). Audio cortesía de Jorge Martínez.

Variables que causan el trastorno orgásmico

Psicológicas:

  • Problemas de pareja.
  • Mujeres, sobre todo mayores, donde su pareja apenas estimulaba la zona perineal en los preámbulos y protocolizaban el coito como único elemento de interacción sexual siendo éste además no muy duradero y siempre bajo su control.
  • Mujeres con una educación sexual y moral muy rígida a las que se les ha inculcado la indecencia de las relaciones sexuales.
  • Las que les produce ansiedad el tocarse o dejarse tocar la zona genital, o dejarse llevar por una respuesta fisiológica a la que no pueden abandonarse.
  • Como ya comentamos antes, el miedo a la pérdida de control que dificulta la respuesta orgásmica.

Cualquier alteración orgánica que interfiera en el orgasmo puede ocasionar la inhibición de esta respuesta. Puede ser debida a:

  • Factores neurológicos: lesión o tumor medular, esclerosis múltiple o problemas de inervación de la pelvis.
  • Factores endocrinológicos: diabetes y las que afectan a la tiroides o a la hipófisis, también pueden interferir en la respuesta orgásmica.
  • El alcoholismo y algunas drogas y fármacos neurolépticos disminuyen la excitabilidad y el deseo.
  • Otras anomalías congénitas: alteraciones vasculares, hepáticas o renales pueden repercutir en la respuesta orgásmica.

Tratamientos más eficaces para la anorgasmia

La intervención en este problema pasa por la modificación de la actitud sobre las posibilidades de disfrute del cuerpo, reflexionar sobre las bondades de la autoestimulación y el autoconocimiento y la ruptura de prejuicios sobre lo que está bien o no.

Existen una serie de recursos psicológicos: Información y modificar actitudes sobre el disfrute del cuerpo. La bondad de la autoestimulación, el autoconocimiento y la ruptura de prejuicios sobre lo que está bien o no. La Desensibilización Sistemática para controlar la ansiedad.

Existen también recursos sexológicos: Auto-observación de zonas genitales, autoestimulación dirigida y el Entrenamiento Muscular Vaginal (ejercicios Kegel con bolas chinas) y, si es preciso, vibradores y geles en mujeres con gran dificultad para conseguirlo. Por otra parte, no existen tratamientos médicos.

Animamos a las mujeres a darse permiso para usar la estrategia de auto-observación de las zonas genitales y usar estrategias que les permita aprender a conseguir el placer.